El funcionamiento interno de un agujero negro supermasivo podría ser menos hostil de lo que pensamos, tal vez con regiones estables donde podrían existir planetas y vida, de acuerdo con el ruso Vyacheslav Dokuchaev cosmólogo del Instituto de Moscú para la Investigación Nuclear de la Academia Rusa de Ciencias. Cargados y rotando, los agujeros negros tienen una estructura interna compleja que permite que fotones y partículas de una magnitud mucho mayor orbiten de forma segura la singularidad central.
Podéis acceder al artículo original completo en este enlace.